En un pequeño rincón de Armenia, Quindío, vive Luna Victoria Reyes Restrepo, una niña de 9 meses de edad con una sonrisa que ilumina cualquier habitación. Sin embargo, detrás de esa sonrisa radiante, Luna enfrentaba una batalla silenciosa: nació con una enfermedad cardíaca congénita que amenazaba su vida.
Luna Victoria pertenece a una familia conformada por su papá, su mamá y una hermana mayor. A pesar de las dificultades económicas que conlleva el desempleo, siempre han buscado alternativas para mantener la armonía y el amor en el hogar. Para sus padres, sus hijas son la inspiración y el motor para vivir con esperanza día a día.
Desde su nacimiento, Luna fue diagnosticada con cardiopatía congénita y necesitaba urgentemente una cirugía, un anhelo que no se había logrado concretar a través de su entidad de salud. Un día, la madre de Luna recibió una publicidad enviada por la gerente de su empresa sobre una jornada de cardiología gratuita para niños de estratos 1, 2 y 3 en Manizales. En ese momento, sintió que se abría una puerta de esperanza para su pequeña.
Llegó el esperado día de la jornada en mayo de 2024. Durante dos días, más de 200 niños recibieron atención especializada en cardiología gracias a la alianza entre la Fundación Cardioinfantil y Pequeño Corazón. Fue en este evento donde Luna tuvo la oportunidad de ser valorada de manera integral y formar parte de una gran movilización por la vida. Los médicos determinaron que Luna necesitaba una cirugía de corazón y que debía viajar a Bogotá para recibir el tratamiento necesario.
La Fundación Pequeño Corazón se movilizó rápidamente para asegurar que Luna y su familia tuvieran todo lo necesario para este viaje crucial. Desde la organización logística y el acompañamiento, cada detalle fue cuidadosamente planificado para garantizar que Luna recibiera la mejor atención posible. Además, se proporcionó apoyo económico, social y emocional, asegurando que la familia enfrentara este desafío con fe y esperanza.
El 9 de julio de 2024, Luna tuvo su cirugía cardiaca en la Fundación Cardioinfantil, la cual le permitió recibir un nuevo corazón. Gracias a este esfuerzo conjunto, Luna pudo abrir un nuevo capítulo lleno de salud y oportunidades en su vida.
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